La silla Caper; más que un objeto cumpliendo una función

 

¿Qué es una silla? ¿Es acaso solo un objeto con cuatro patas sobre el que nos sentamos, o cumple un papel mucho más importante en nuestra sociedad? La invención de la silla es una de las creaciones más relevantes en el mundo del diseño industrial, pues marcó el inicio de una serie de objetos innovadores que se propagaron en el siglo XIX y XX en el campo del diseño industrial. En este artículo, analizaré el diseño de la silla Caper y sus funcionalidades.

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El diseño de la silla Caper se le atribuye al diseñador Jeff Weber del estudio Weber+Associates, mientras que la fabricación, venta y distribución le corresponde a la empresa Herman Miller. Weber en una entrevista mencionó "Demasiado diseño parece costoso...yo quise acabar con ese cliché." Y así fue como diseñó la silla Caper, una silla asequible para el público en general, cómoda, que ofrece la oportunidad de movimiento y que ofrece la oportunidad de ser almacenada. Weber diseñó la silla Caper teniendo en mente las interacciones que tienen los humanos en el ambiente y como la calidad de los objetos con los que interactuamos diariamente, pueden afectar la calidad de vida que llevamos.

"Buen diseño no tiene que ser caro"

Weber promociona el hecho de que "Buen diseño no tiene que ser caro", pues la misma silla Caper tiene un precio asequible. A pesar de que la silla está fabricada con materiales estándares, esta alcanza un nivel de rendimiento y comodidad bastante alto, lo que la convierte en una silla ideal para ambientes de oficina, estaciones de trabajo y aulas de clases. Justamente en el departamento de diseño de la Universidad de Washington las tenían, y por ende hice uso de estas sillas a diario por casi cuatro años. Como la silla es comunmente utilizada en este tipo de ambientes, se puede asumir que el usuario podría pasar varias horas sentado en la silla, por lo tanto, la silla presenta un respaldar con sistema ergonómico para proveer el soporte necesario para la espalda. Tomando en cuenta las interacciones que el usuario pueda tener en este tipo de espacios, la silla Caper está diseñada para ser fácil de mover, pues es ligera y fácil de limpiar.

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La silla está fabricada con acero inoxidable, lo que implica que la silla tiene una larga vida de duración. La silla es capaz de soportar hasta 300 libras de peso, siendo así útil para un gran porcentaje de usuarios. El diseñador, Jeff Weber, durante su proceso de ideación mantuvo en mente a una persona promedio, de esta manera, aseguró que la silla sea compacta permitiendo apilarla una encima de otra y portátil al incluir una agarradera en el respaldar de la silla.

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Las sillas Caper que residían en la Universidad de Washington tenían el respaldar de plástico rojo, una malla gris en el plano horizontal con bordes rojos y los apoyabrazos de color gris. La silla cuenta con cuatro patas de acero y cada pata tiene su respectiva rueda. El respaldar de la silla cuenta con agujeros para proporcionar ventilación. En términos de dimensiones la silla tiene aproximádamente 63,5 centímetros de ancho y 48,26 centímetros de profundidad. El peso de la silla corresponde a 11 libras, increíblemente liviana, pues hasta un niño podría levantar una silla con este peso.

La función de la silla Caper para poderse apilar es muy útil, sin embargo si existen ciertas limitantes ante esta función, la principal se debe a que solo se puede apilar un número máximo de ocho sillas, pues si más sillas son apiladas, el pilar se empieza a inclinar hacia adelante y a su vez las sillas empiezan a ocupar mucho más espacio de almacenamiento. Para mejorar esta función, sería apropiado incrementar la distancia de los apoyabrazos hacia afuera, pues al ajustar estas dimensiones, las sillas se podrán apilar verticalmente y se evitaría la proyección horizontal que presentan.

La empresa Herman Miller considera la sostenibilidad como un aspecto importante al momento de fabricar y vender sus productos, y la silla Caper es un claro ejemplo de aquello. La silla está fabricada con materiales reciclados y debido a su ligero peso, existe la necesidad de utilizar pocos materiales y por ende se utiliza menos energía.

Sin duda alguna la silla no es solo un objeto, hemos podido constatar que es uno de los objetos con los que muchas personas interactuamos casi a diario. Por lo tanto el diseño de una silla no solo tiene que representar una buena estética de forma, sino también tiene que considerar sus funciones y las repercusiones que puede implicar en el desarrollo de la vida humana. La silla Caper muestra un perfecto balance entre forma y función, pues resulta ser un diseño agradable a la vista, proporcional y sobretodo funcional para el ambiente en el que se usa.